jueves, 14 de abril de 2011

Escala de Mohs

Casi un mes sin escribir…más me duele a mí. Simplemente, no he tenido demasiado tiempo libre, lo que me hace entrar en el bucle de no hacer nada digno de mención, por lo que no tenga nada que escribir.


Día y poquito para relajarme, que ganicas!! Ahora mismo, casi cumplo lo que más de una vez he querido llevar a rajatabla. Química y deporte. Para los que lleve tiempo sin ver; desde hace algo mas de un par de meses estoy entrenando a rugby con el equipo de la universidad. Si, yo, con mi metro setenta y mis escasos 70 kilos. Al principio quizás impresione un poco, pero desde el primer momento la gente se vuelca, te ayuda y te enseña como hacer esto y aquello. Y por supuesto, a ir sin miedo. Cierto es que algún achaque se sufre de vez en cuando, por lo que esta Semana Santa me vendrá bastante bien para descansar (¿o no?) físicamente.


¿Baloncesto? Por supuesto que me acuerdo, y no solo de cabeza, todo lo que he vivido con él da para mucho, y un trocito de corazón se acuerda todavía. Llevo casi dos meses sin jugar, demasiado. El otro día fueron las finales en la universidad… algo así como decir:”a esto jugaba yo”, fue algo extraño. No se si esta SS volveré a tocar balón o me dé descanso. Está por decidir.


Hace cosa de un año, leí un libro (que conste, que no es un hecho aislado) me leo un libro cada un par de semanas. Para una gran mayoría de las personas a las que se lo pasaba, lo calificaban de normalito. El libro en cuestión es “La larga marcha” de Stephen King. No es que sea un lector asiduo suyo. Sinceramente creo que es el primer libro suyo que leo. El libro mas o menos va (sin animo de destripar demasiado la historia), sobre una especie de “carrera” en la que 100 jóvenes compiten jugándose la vida. Lo único importante, seguir adelante. Si no, la muerte. Fuera de lo macabra que pueda parecer la historia. Centrémonos en la mente de esos 100 jóvenes, de Ray Garraty en concreto. Muchas de las discusiones que teníamos entre las personas que leían dicho libro es: ¿pero a quien en su sano juicio se le ocurre involucrarse en esa carrera? O yo no estoy dentro de las personas con ese “sano juicio” o pienso diferente. Muchas veces hemos jugado con alguna lesión, incluso a sabiendas que podía empeorar. Pero lo hacíamos. Nos gustaba lo que hacíamos. Duele, pero aun puedo, ¿hasta cuando podré?


Es un coñazo la entrada, lo se, tiene el mismo fundamento que un bocadillo sin nada dentro. Pero mi cabeza solo piensa en dos longitudes de onda por el momento. Las cuales quiero cambiar durante una semanita. Y bueno, pues con esto y un bizcocho…



Un saludo señores



Juan Pedro Merino Rusillo



2 comentarios:

  1. Juas juas, me tendría que poner yo también con el rugby ahora que estoy por estos lares... Qué envidia que te leas un libro cada par de semanas, a mi me cuesta la vida, y ahora que me los he dejado en España los echo de menos!
    Un duro abrazo (por la escala de Mohs).

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  2. Bueno, no preocuparse, tiempos mejores vendran... aunque tiempos pasados siempre fueron mejores...ju que lio, bueno lo dicho animo!!

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