miércoles, 22 de diciembre de 2010

79250


Día 22 de Diciembre. Día del gordo de Navidad. Primer día del invierno. Se supone que a partir de hoy los días (en cuanto a sol nos referimos) se hacen poquito a poco mas largos. De pequeño (habló el octogenario) no es que me pusiera delante el televisor a ver la lotería. Pero marcaba un inicio. Más o menos a día de hoy, ya estabas en vísperas de vacaciones. Que tiempos aquellos cuando de verdad había vacaciones.


Lo que si se veía por la televisión eran mil anuncios de perfumes y juguetes. Dentro de lo que cabe (muy relativamente hablando) se cumplían las expectativas. Aunque sinceramente poco a poco se perdió la intriga, ya que hasta íbamos mi hermano y yo con nuestros padres a comprarlos.


En fin, volviendo al presente. Llueve mucho, demasiado para mi gusto. Pero se ha podido sobrellevar. Ayer un puñado de gente se juntó para cenar. En torno a unas veinti-pocas personas. Unas cuantas que hace unos años pensaban que eso de mezclar cosas de colores merecía la pena. Que el termino mol era nuestro pan de cada día. Que ponerse bata molaba. Que decidieron hace 3 o 4 años estudiar Química.


El discurso (intento de) emotivo del señor Diablillo así lo demuestra. Ese grupo que se formara hace 4 años, en el que yo entré un añito después. Una unidad que no la he conseguido ver en los cursos próximos, ni siquiera en mi promoción (perdón si ofendo). A mi aun me queda un año para verme en la situación de ver que se llega al final. Pero si veo, que esos veteranos que en el 2008 estaban en segundo y nos hicieron las novatadas el año que viene no estarán. Somos pocos, mas de 20 no se matriculan en química al año (menos éste que parece hubiera Boom químico). Nos conocemos todos a fondo (algunos demasiado).


Nos conocemos uno a uno. Y por el nombre, no ocurre como en otras carreras que quizás por estar casi 200 personas, hay gente con la que no tratas. Todos tenemos anécdotas con cada una de esas personas. Ha podido haber de todo. Hubo choques, y discusiones, pero las hay hasta en las mejores familias. Hubo romances. Tanto dentro como fuera, y “esos de fuera” pues no estudiarían química, pero como si lo hicieran. Si no que se lo digan al señor Frecho, que gracias (o por culpa suya) descubrí el Halo. Aún quedan fiestas, juergas en el campo de Fran (indirecta), catas y demás actos en los que pasar buenos ratos. Así como esa vuelta a casa por Navidad de nuestros erasmus polacos. A los que sin duda se ha echado mucho de menos este año. Pero que si todo sale bien, iremos a visitar el cuatrimestre próximo. Es interesante, ya que todos hemos encontrado nuestro papel y nos hemos integrado. Hay lideres, la pole, relaciones publicas, manchegos (raza característica)… un lujo.


¿Y todo esto porque? Pues simplemente porque es Navidad (o casi). Y si es tiempo para estar con la familia. Que últimamente no la vemos mucho. Y a los amigos tampoco. Pero ahí queda esa familia química. Que no voy a decir que durará para toda la vida, ya que soy realista. Pero por el momento se disfruta de ellos. Feliz Navidad y próspero año nuevo a todos. Pásenla junto a sus seres queridos (y jueguen a baloncesto).



Un fuerte abrazo


Juan Pedro Merino Rusillo


1 comentario:

  1. Sip, mucha gente va pasando por nuestras vidas, y al final, de todas esas "familias" que vamos teniendo casi siempre acaba quedando algo, al menos que recordar. Un abrazo!

    ResponderEliminar