El Tiro Ignorante: Oporto (2)

Al tercer día, ya hemos acabado de ver Oporto, y lo que queda lo dejaremos para el final. Decidimos ir a Braga. No es que no me guste la ciudad pero como he dicho más de una vez, con el paso de los años prefiero ver un laboratorio que una iglesia. Que conste que ver arquitectura (puentes, que en esta ciudad hay de sobra) me parece una maravilla de la ingeniería (arquitectura para ser más concretos). Pero muchas veces ir a ver iglesias sin alguien que te explique algo de historia, es algo así como llegar, entrar y tras 5 min de ver, salir. El caso que llegamos a las 12 de la mañana más o menos a Braga y para las 16:30 pillamos la vuelta. Como curiosidad para los bailenenses, tienen un plagio del monumento del paseo de las palmeras!! Preguntamos para ir a Vigo, pero al final decidimos no ir porque era inviable. Autobús de ida a las 13:00 y de vuelta a las 12:45 osea que o pasábamos una noche o nada. Fue nada.

Ya era medianamente tarde cuando volvimos a Oporto, pasamos de comprar comida, cena rápida en el Mcdonald y al albergue. Tras un par de cervezas, jugamos al futbolín con los de recepción (P nos explicó que el futbolín era del padre de R, que ella había estado viviendo en Barcelona o durante un año) y tras un rato de charla, a sobar.

Por la mañana del día siguiente, aunque ya habíamos visto el río más que de sobra, no podíamos irnos de allí sin montarnos en el barco que nos hace la ruta por todos los puentes del río. Sinceramente, no fue caro y mereció la pena verlo.

Parándome a pensar en la gente que trabaja en el albergue, por una parte tiene que ser un trabajo entretenido, pero por otra parte tiene que deprimir un poco que la gente vaya y venga y tú te quedes aquí sin intimar demasiado con nadie (llevo 6 años trabajando de camarero y más o menos sé de lo que va). Quizás me equivoque, y fuera del albergue tienen una vida personal estupenda, no se. Pero todas las noches se tienen que quedar una o dos personas, por lo que no sé hasta que punto pueden vivir fuera de esto.

Al día siguiente fuimos a la playa. No nos engañemos, para lo único que valen es para ligar con las portuguesas, porque lo que es para bañarse... dejan mucho que desear. Yo ya iba avisado de que el agua estaba muy fría, lo estaba, joder que si lo estaba; me metí, me salí, me metí, mee, me volví a salir y no me volví a meter. Por cierto, en la playa está atada la famosa pelota de nivea. Si, esa que solo hay una en todo el mundo que va pasando de mano en mano. La tienen los portugueses, retenida!!!

Y el último día... a Aveiro. Dicen que es la Venecia de Portugal, la ciudad no está muy mal. Pero repito lo mismo que dije en Braga, ver monumentos sin nadie que te explique medianamente algo... Fuimos a ver la Universidad, aunque desierta por las fechas en las que nos encontrábamos, el campus tiene muy buena pinta, es bastante parecido al de Jaén. Están todos las facultades juntas. En época universitaria tiene que tener mucha vida.

La última tarde, no se si por la añoranza de que esto se estaba acabando, la imagen del río me resultaba mucho más bonita. El entramado de calles que hay que bajar para ir al rio no tiene nada que envidiar a las favelas brasileñas. El primer día por poco llegamos, pero esta última tarde, como si fuera un tripeiro más.

Mira que había dado vueltas por el río, pero no había paseado por la parte sur. Para mi gusto, la parte “menos bonita”, pero desde ahí se podía ver mucho mejor la otra parte “bonita”. A ver como lo explico... una pasada.

Que para terminar la estancia en Pilot Hostel, suene “Summercat” y me diga: pues tan lejos del anuncio del “Estrella damm”, no ha estado mi verano. Una curiosidad más; En el bar del albergue, debajo de las listas de precios de bebidas hay un cartel que dice: “No great Stories Starts with a salad”.

Con respecto a los idiomas, se supone que tengo que cambiar el chip. Pero ha llegado el momento en que se me ha estropeado, hasta el punto que me hablan en español y contesto en ingles. De portugués... solo una palabra:

"Obrigado"