Buenos días señores. Fin de exámenes, el universo cumplió su parte del trato, y yo aún me niego a cumplir la mía. Nunca pensé que me fuera a arrepentir de ello.
Deporte, excepto un precipitado torneo de balonmano (y encima del atlético), un día de baloncesto a la semana como en los viejos tiempos.
Creo que merece la pena mencionar que ha sido la vez en mi vida que más me he alegrado de decir ojalá no os vuelva a ver por aquí. Sueño con viajar, cada día más. Con ese viaje del que sólo se compra billete de ida.
El plan a o b aún está por decidir. Está englobado en el contrato con el universo. Me levanto y busco una razón para volver a ser ese superhéroe que salvaba el mundo. El único problema es que hay historias que se repiten. Equivoquemonos de nuevo, equivoquemonos mejor.
Si bien dentro de los propósitos de año nuevo estaba huir al bosque y dejarme crecer la barba. Era uno de los puntos que más quería evitar. Pero no ha sido así. No fue al bosque, pero hui. Y cuando vuelva, a ver que me encuentro.
Eso sí, mejor imposible. Aunque me camuflara como aficionado atlético un par de días. Hacía tiempo que no perdía tan rápido la vergüenza. Y deporte, !Si! Como se dice por mi tierra, triunfo como los Chichos; vini vidi Vinci. Y hoy, me volvi.
Un abrazo y suerte en la vida.
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