Y si señores, esta es otra estupida historia sobre una sudadera. ¿que es la primera que escuchan? Pues no pierdan detalle.
Erase una vez.. (“Once upon a time...” que dicen los ingleses). Miren que llevo años con dicha sudadera, pues aún no ha quedado del todo claro si su nombre de pila es Blanca o no. Blanca es, a pesar de las fatigas que ha pasado. Mi señora madre, que pone la lavadora con mucho cuidado. Bueno, la mía y la del señor Gambrinus, ya que descubrimos que esta sudadera blanca tenía una gemela.
¿“Esta sudadera”? que manera de faltarle al respeto. La Sudadera Blanca. Única e inigualable en sus dos versiones. Y por supuesto, ni que decir que conjunta absolutamente con todo.
La Sudadera Blanca deberá acompañarte en todos los grandes momentos de tu vida. Es más, si en algún momento grande de tu vida no llevas La Sudadera Blanca no se considerará un gran momento.
Si vas de feria a Jaén y se te olvidó La Sudadera Blanca, corre, llama a un amigo que te la traiga. Ya que si no llevas La Sudadera Blanca corres el riesgo de que sea una mierda de noche, que digo, corres el riesgo??, será una muerda de noche, seguro.
Hay quien dirá que es una prenda con poca clase. JA! Con La Sudadera Blanca puedes ir hasta de boda. Y serás el tio con más lustre entre todos los invitados. Esos novios tendrán la bendición de La Sudadera Blanca. Serán felices y fértiles. Pero no la laves después de un sólo uso. Después de usarla para la boda servirá para ir a entrenar (y será un gran entrenamiento por supuesto).
El día al que al señor Gambrinus lo case Elvis en las vegas, él llevará La Sudadera Blanca. Es más, el día que él se case, yo llevaré La Sudadera Blanca entre los invitados para bendecir dicha boda.
Por cierto a su mujer la conocerá llevando La Sudadera Blanca, si ese día no la lleva, no será el amor de su vida. Por lo que señoritas guapas si no llevamos La Sudadera Blanca, abstenganse.
Y como última anécdota; Un día me puse la sudadera blanca del revés y no pasa nada, también queda estupendamente.