viernes, 11 de octubre de 2013

Abrazódromo

Y entonces, no me pregunteis como, apareció en la conversación algo así como: “Pues invente usted un Abrazódromo”. Olé, y tan anchos que nos quedamos. Suena cursi, lo sé (pero cursi de cojones!! bueno, de cojines que diremos, por hablar cursi y eso).


Lo primero que se nos viene a la cabeza es algo así como el mundo de yupi donde los putos Osos amorosos (nunca pensé que en la misma frase se pudieran meter las palabras “Puto” y “Oso amoroso”, en fin, para todo hay una primera vez) y los Little pony fornican para procrear unos bichitos que tienen cola de arcoiris, un corazón en el pecho y tosen pompas de jabón.


Para empezar, habría una habitación donde estuviera puesto “Hora de aventuras” por eso de motivarnos un poco para empezar nuestro viaje. Para los que no quieren pasar de las primeras habitaciones (¿como llamarlos…? ¿vagos? ...PERROS MUERTOS!!) Una sala llena de cojines y unos cascos con todo tipo de música para elegir (eso si, no como spotify, sin publicidad)


Una habitación interesante que vimos posible es una donde la gente se muerda (maravilloso) y… ¿por que no? otra para pelearse. Y ya que todo esto da mucho hambre, pues una habitación con todo tipo de quesos.


Por no perder mi costumbre (¿que sería de mí?) Una canasta en un patio trasero o en la puerta de un garaje, a lo americano, si no, no. Aunque meter el “Air Canada Center” entero no estaría mal.


Pero para que tener una habitación llena de cojines? ¿No sería mejor una con frío y mantas para arroparse? ¿y una con calor y ventiladores a los que aferrarse?. Si de acuerdo, un gasto de energía enorme (aunque siempre podemos intentar inventar una máquina de carnot, que nos reduzca el gasto (que coño, esta es mi paranoia y gasto el dinero que yo quiera!!))


No renunciemos a tener clase. Una habitación con mesas donde se sirva té. Mejor un bar británico, que coño! el puto “Club Diógenes” entero, con su peña británica y todo incluida. Y para acompañar el té, galletitas de mantequilla. Y claro, un almacén para las cajas de dichas galletitas, pero... solo con hilos y agujas dentro. Obviamente, en la entrada de la sala del té debe haber un tocador con bigotes. Es obligatorio entrar con un bigote!! (of course!)


Creo que no estaría de más una habitación con césped y vistas a un acantilado, a lo Fiordo noruego”. Y desde ahí, pescaria salmón con una caña muy grande (grande de cojones para que nos vamos a engañar).


Una buena forma de llegar de una habitación a otra sería buceando a través de un lago que se encuentra en el centro (luego os monto un croquis no os preocupeis).


¿Qué sería de un “Abrazódromo” si no tuviera iglús? ¿y Pinguinos? (pero de los que no tienen diéresis que molan más) Dichos iglús estarán en la llamada “Habitación de los iglús” (que se note la originalidad del asunto (creo que la hemos ido derrochando por los párrafos de arriba))


Con la habitación asiática tuvimos alguna que otra diferencia de enfoque. ¿Relax? ¿hamacas? ¿Velas? que coño!! Una donde al sonreír se te achinen los ojos, te camufles entre la peña autóctona y junto con una camiseta a rayas juguemos a “Buscar a Wally”. La única habitación de relax permitida será una habitación cúpula, de cristal (evidentemente) con sofás. Donde esté la chimenea y cuando llueva (que será siempre) se vea la lluvia caer y resbalar por ella.


Y para que no nos dé tiempo de aburrirnos… necesitamos una habitación peligrosa, ¡Donde vivir aventuras! (¿el nombre “Habitación de las aventuras” queda muy visto no?). Tendría modo huir, modo matar y modo conseguir y bueno, un modo mapas con acertijos que si no los aciertas no sales (aunque mejor poner por ahí un botón de anular aventura, si no capaces somos de morir de hambre (que coño, con lo listos que somos!!)


Y para dormir… ¿tu cama? quita! quita! yo me quedo con mi saco de dormir mi ataúd (quien conozca mi maravillosa tienda de campaña, lo entenderá). en el fondo creo que se podría dormir en cualquier lado, excepto en las habitaciones de los monstruos claro. Habrá dos, por eso de la diversidad.


Y por dar los últimos retoques a nuestro “Abrazódromo”...Un castillo, si si, un pedazo de castillo. Y eliges asaltar o resistir. Siempre nos podríamos ir turnando (una vez cada uno claro). Tú tendrías Umpa lumpas de ayudantes y yo hobbit de la comarca (mejor hobbits en plural, que para uno solo es mucha tralla) Y como no, de fondo la canción “They’re taking the hobbits to Isengard”.


Creo que podríamos acabar con una isla en aquel lago central que mencionamos unos párrafos atrás. Eso sí, la isla tiene que estar desierta. En ella nos comunicaríamos con el exterior por mensajes en botellas de cristal. Aunque bueno, siempre nos podríamos llevar algo o a alguien.






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