lunes, 23 de enero de 2012

Seguidme, no me sé el camino (1)

Si bien, esta serie de entradas fueron escritas este verano, por no interrumpir la vida llbbiana en la que el blog se ve sumergida por esas fechas no fueron publicadas. Aprovecharé ahora que los exámenes no me dejan pensar mucho para darle salida.


Pues hay va este pequeño hobbit aventurero a otra de sus temerosas aventuras. Destino: Alemania. Comenzamos por la mañana camino a Madrid el señor M, mi hermano el fisio y yo. En uno de los viajes mas pesados que he hecho últimamente, la duración normal, pero demasiado no se… fue incomodo.

En Madrid aún los últimos preparativos. Siempre se olvida algo, y otras muchas cosas que directamente desistimos, se puede continuar sin ellas, no son suficientemente importantes.


Después de llegar al aeropuerto; que conste, con tiempo necesario (en metro). Uno de las componentes de nuestro grupo pilla atasco. Señorita Psi para ser concretos, por lo que por 5 minutos casi nos quedamos sin embarcar. Aquí contado puede quedar algo muy simple, pero estando allí: son las 19:20 y no llega, las 19:30 y no llega, las 19:40 y no llega, y la puerta de embarque cierra a las 19:45, aparece en el último momento y a correr, para que al final saliéramos con una hora y pico de retraso.


En fin, cosas que pasan, pero que el mal rato lo pasamos, así como el nuevo mal rato porque veíamos que por culpa del retraso no cogíamos el bus que nos llevaba Dusseldorf ciudad. Una detrás de otra. Al final no se si llegamos demasiado pronto (en un principio creíamos que teníamos que aterrizar en un aeropuerto anterior por turbulencias (de lo malo y movidito que fue el vuelo)) pero llegamos. Una horita y media de bus de nuevo, donde conocimos un par de chicos que iban a Kolh (Colonia) y otra chica que iba a Dusseldorf también. Al llegar, contábamos con una foto de un mapa de Google map que teníamos en el móvil. Tras preguntar y preguntar una y otra vez. Ya ves, a la gente que nos encontramos a las 2 de la mañana por la calle, bueno al final llegamos.


Introducimos el código que nos dieron por correo en la puerta, y nos damos cuenta de que en nuestra habitación (de 10 camas) no quedan suficientes libres. Achacan a que nos equivocamos a la hora de hacer la reserva, que teníamos que haber puesto el 20 en lugar del 21. Nosotros alegando que le enviamos un correo diciendo que llegábamos el 21 a las 2 am y que incluso nos respondieron, pues nada. Al final el tío dijo que no era su problema que nos buscásemos la vida (a las 2 y media de la mañana?). Al llegar allí nos encontramos con la chica del bus, que también dormía allí esa noche. Fue la que nos hizo de traductora del chico finlandés que sabia alemán que hablaba ingles pero no se le entendía una mierda (ceceaba) el cual hacia de traductor del dueño de aquel antro que solo hablaba alemán. Al final el tío se desentendió de nosotros. Creímos entender algo así como que el no ¡sabia si trabajaba allí! Eso nos dejó un poco descolocados. Total que nos pusimos de habitación en habitación hasta encontrar una habitación de una litera doble. Donde nos metimos los cuatro un poco apretados. Pero por lo menos pasamos la noche (con un frío de la ostia, buscando calor humano, no teníamos ni mantas ni sabanas!!).

A las 7 en pie y "simpa" en toda regla.Camino de ver Dusseldorf, no nos engañemos, no tiene demasiado que ver, quizás Rheinturm (la torre del Rhin) lo único que mereciera un poco más la pena. Como nos habían avisado, Dusseldorf tiene un río que lo ves todos los días y ya está.

Día muuuy duro, donde no sabíamos ni donde íbamos. Por cierto, todo el día lloviendo, por lo que, menos mi hermano el fisio, que llevaba paraguas, el resto íbamos con chubasquero, se ve que los alemanes no están demasiado familiarizados con ellos, porque todo el mundo nos señalaba (pintorescos íbamos). Tras mas o menos ver toda la ciudad y tras estar “baldados” pasamos de todo y nos fuimos a un starbuck a pasar toda la tarde con wifi gratis pidiendo 2 cafés. Cuando faltaba una hora para recoger el coche nos fuimos y nos sentamos frente a la puerta a esperar que pasara el tiempo (eso si, prácticamente pegando cabezadas). Nos dan un coche, (un mercedes, por supuesto con navegador) y rumbo a la siguiente ciudad.

El trafico de Alemania, no es malo, el caso es que la gente es (relativamente amable) si pones el intermitente a la derecha, la persona que va detrás frena y te deja paso, pero no una vez, si no siempre. Quizás con un poco mas de prisa. Si nosotros vamos adelantando a 140km/h siempre habrá alguien que te adelante por el siguiente carril a por lo menos 160km/h. mas o menos no fue demasiado complicado llegar al hostal de Kolh a pesar de que el navegador de vez en cuando se iba, no se porque, pero se iba. Y bueno, esto ya es otra historia.

3 comentarios:

  1. Por algún extraño motivo se ha cambiado la fuente en distintos párrafos, no se extrañen, ya lo cambiaré.

    un abrazo

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  2. Gran viaje, con grandes personas!

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  3. Joer, vaya viajecito! El tipo del hotel es para echarle de comer aparte también... Nunca he estado en Alemania, algún día tendré que pasarme a hacer una visita!

    Un abrazo desde las antípodas.

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