domingo, 7 de febrero de 2010

Como en los viejos tiempos.

Buenas tardes (al menos para mi) señores. Tras un par de semanas (relativamente) estresantes, me apetece volver a dejar una líneas por aquí. Que si bien, últimamente no son gran cosa las entradas. Supongo en parte que por falta de fundamento. Ya se sabe, si no hay calidad, pues al menos que haya cantidad. Que lo mismo juntándolas todas se consigue algo semi-decente.


Unas semanas bastante secas en cuanto a competiciones. A Mancha Real seguiré sin poder ir hasta que la malvada aceituna sea recogida (y/o capturada). Y en cuando al Trofeo Universidad de Jaén. El próximo partido (Semifinales!!) no es hasta el día 6 de abril. Por lo que paciencia, y tiempo para mi “amada Química”. Que solo quedan un par de exámenes más.


Tras tan diversas circunstancias que acontecieron en los meses anteriores, pues pensé que seria buen momento para las viejas costumbres. Vida sana, y mucho deporte (y estudio!). Balón en mano (o botando, según se mire) y a buscar una canasta perdida a la que hacerla gozar de mi presencia. Que no es plan de oxidarse. Total, pregunto aquí y allá entre mis conocidos. Hasta dar con ella. Primer día acompañado, segundo día acompañado. Tercer día, de retiro espiritual baloncestístico. Como el resto de días, en la pista adyacente (también de baloncesto por supuesto) había gente jugando (llámese tirando y/o de retiro espiritual baloncestístico). Por casualidades de la vida, se me escapa el balón y va a parar a ellos. Al ir a entregármelo me comenta que si echábamos algo. Como es normal, esas proposiciones no se rechazan. Por lo que empezamos con 1 vs 1 hasta que llegan mas personas. Para acabar jugando un 3x3 de toda la vida (el baloncesto une). Disfrutando como un chiquillo chico, lo que iba a ser media horita de tiros se convierte en casi 3 horas de pachanga. Que por supuesto ganamos nosotros.


Personalmente hablando estas pequeñas cosas que me devuelven un poco a las buenas épocas. (Así como decir, que por fin vuelvo a tener trabajo para ganarme los cuartos, o al menos para poder pagar el piso sin tirar de beca). Que si siempre serán buenas las pasadas. A veces se prefiere afrontar lo nuevo. De lo cual me estoy desviando quizás por miedo. Si bien, esta vez, rompí la regla de no juntarlo con el baloncesto. El día que cuelgue las botas, recordaré el porqué de su nombre (si, hay que ser muy friki para ponerle nombre a unas zapatillas de baloncesto (bueno, no unas zapatillas, si no a LAS ZAPATILLAS). que han compartido conmigo tantos kilómetros, y aunque sean colgadas, quiero que los sigan recorriendo. Si Toronto dejó el listón alto, lo próximo que será? No estaría mal Nueva Zelanda (esto ya es pasarse creo) pero mira, un viajecito al Japón de Cooper no le haría asco.


Un abrazo.


Pd: Y como las viejas costumbres indican, una cancioncilla de regalo.



http://www.youtube.com/watch?v=9epwdhDLyPs


(por cierto, creo que es de mocedades)


http://www.youtube.com/watch?v=aRNQS5UCQQI


(a elegir para todos los gustos)

3 comentarios:

  1. Pues si te vas a pasar por aquí avisa!!! Curioso como puede evolucionar un retiro espiritual baloncestístico... En cuanto a las buenas épocas, por lo que intuyo son etapas que igual que van, vuelven, son como frisbees, lo complicado es saber cuando tienes que abrir la mano para recogerlos antes de que se vuelvan a ir...Por cierto, ¿cómo se llaman las zapatillas?

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  2. Por cierto, si tengo que elegir entre los dos vídeos me quedo con el primero! Un saludo!

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  3. En general, supongo que las epocas actuales son relativamente buenas, y que dentro de algún tiempo, las buenas epocas sean estas. Pero ya se sabe, las epocas pasadas fueron mejores. En cuanto al nombre...queda bajo secreto de sumario (por ahora) no sea que puedan leer el blog dichas personas (sin animo de ofender)

    Un saludo y muchas gracias por comentar.

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