AVISO: Es posible que la entrada haya quedado demasidado larga. Vaya al baño, haga unas palomitas y/o sirvase una cerveza bien fria, para hacer mas llevadera su lectura.
Cuando juego de cuando en cuando como últimamente no se aprecia tanto. Ya que un mal partido se achaca al parón debido a la universidad. Y me prometo que cuando llegue el verano volveré a coger forma. Pero cuando juego (como espero jugar este verano) prácticamente a diario entro en una racha de altibajos, pudiendo oscilar en una sola tarde o en semanas.
La primera canasta:
Tener confianza, no solo a nivel de juego, si no personal. Tanto a corto como a largo plazo. Jugadores con un gran ego, como la gran mayoría de NBA’s que nada les puede hacer pensar que fallarán la próxima canasta. Hasta aquellos “irregulares” que si comienzan transformando el primer triple tirado, pueden tener una racha de 5/5 pero que si comienzan fallando, acabarán 0/5 y aunque sea el jugador al que mas aprecio le tenga, un claro ejemplo es Gianluca Basile. Partidos perfectos, o partidos desaparecido.
Supersticiones:
Se dice que los deportistas con supersticiosos. ¿Es verdad? ¿O solo algo maniáticos? Todos hemos tenido alguna vez unas cuantas acciones rutinarias antes de nuestros respectivos partidos. Que si bien algún día no podíamos realizarla antes jugábamos con el “come come” en la cabeza de que hoy el partido sería malo. O simplemente se nos ha olvidado realizarla y no nos acordamos hasta después del partido. Un partido el cual jugamos bien y hasta lo ganamos. Habrá quien tenga esa muñequera de la suerte, esa pulsera, quien rece, para gustos, los colores. Hace tiempo creo leí que Michael Jordan jugaba con los pantalones de la universidad debajo de la equipación. Quien pierde un partido importante y decide cambiar de manías ya que esas no le van bien. O quien decide dejar los rituales solo para los partidos importantes para que no se “gaste la magia”.
Cold play vs I gotta feeling:
Poniendo como ejemplo alguno de los casos mas llamativos y publicitados de motivación. Como es el caso de lo visto con nuestras selecciones nacionales. Tanto en Baloncesto como en Futbol. La canción de Scariolo (al menos para mi) identifica mucho mas con lo que siento antes y durante un partido. Si bien, Cold play te puede llevar a una mayor concentración hablando en términos mentales. I gotta feeling me colma de ganas de divertirme jugando a baloncesto. Y me libraría un poco de la presión-nervios que puedo experimentar en esos momentos previos.
Contacto:
Aunque a priori parezca una tontería. Se ha comprobado con varios estudios realizados.
Que el contacto amable. Dícese tocar a un compañero; choque de palmas tras meter una canasta, cachetada tras anotar/fallar
un libre, un abrazo al saltar al campo con el jugador cambiado etc. Ayuda a eliminar la ansiedad y los nervios al
sentirte mas cómodo y acogido por tus compañeros.
Egocentrismo y superioridad:
Desde mi punto de vista puede ocurrir que haya jugadores de “personalidad débil” (entre los que quizás me incluya). Que aparte de lo mencionado en la irregularidad. Se sientan intimidados por el resto (tanto del propio equipo, como rivales, pasando por el público) en el caso de no haber la confianza necesaria. Dentro de un equipo siempre habrá líderes. No tiene porque ser el mejor jugador, aunque en la mayoría de los casos es así. Ese líder debe tener un alter ego fuerte, no verse afectado por los errores y saber apoyar al equipo en todo momento. Ventajas y desventajas. Pondré un ejemplo práctico. La mayoría de los lectores saben lo que es jugar junto a J.A.Padilla. Si bien es la persona que mas motiva (buen tiro, buen tiro…), a la vez puede hacer una sombra tan grande, que si un jugador no tiene suficiente seguridad puede venirse abajo.
Dentro de esta seguridad mencionada he creído ver unos ejemplos interesantes. Pau Gasol se dejó barba en su primer año en la NBA. ¿Aquello fue una manera de quitarse la etiqueta de jovenzuelo espigado? Así como ganar masa física.
Que si bien ayuda al juego (aun mas en la zona) se ha visto sintiéndose mejor personalmente y teniendo una mejor imagen de uno mismo, para ganar confianza y desde ahí mejorar en su juego.
Personalidades y “piques”:
Perfectamente podría haber incluido este apartado en el anterior. Pero la relación con piques me parecía interesante. Jugador al que hay que odiar a la vez que idolatrar. Kevin Garnett, un bocas, orgulloso, egocéntrico, el mejor compañero, sacrificio y concentración en estado puro. El rey del "trash talk". Ciertamente es algo muy criticable. Pero ningún jugador como el sabe sacar lo peor y lo mejor de sus rivales. Garnett consigue que sus rivales se “piquen”. Ahora viene la pregunta: ¿bueno o malo? Todos hemos tenido algún partido en el que nos hemos calentado, algo más que la oreja, con un rival. A la vez que perder un poco de concentración, nos ayuda a hacer algunas de las mejores jugadas (individuales) de nuestra vida. Lo contrario a jugadores como Tim Duncan. Se habla de el que es el jugador mas “educado” de la NBA. ¿Puede llevar esto al extremo de que se le respete “demasiado” en la zona?
Celebraciones:
Para terminar una pequeña e interesante costumbre. No quiero entrar en celebraciones de partidos ganados. Si no de canastas convertidas. Lo mas normal es “high five”. Ya que ayuda como bien he mencionado en el apartado de “Contacto “a sentirte integrado. Así como golpearse el pecho (uno mismo con un puño) en el caso de ser altamente egocéntrico. En cuanto a gritos únicamente dos. El "grito de coraje"; tanto al fallar una canasta, como al anotarla, liberando la tensión del partido malo en cada canasta anotada. Así como el "grito de jubilo" (dícese algo parecido a: “yuhu”) en aquel partido en el que sale todo bien, y juegas incluso relajado, siendo un verdadero “pistolero” y anotándolo todo.
A días como hoy en el pabellón estoy viendo personas (“personitas”) de unos 14 y 15 años los cuales que si bien debido a su edad no tienen una técnica pulida (que no la tengo ni yo) juegan igual de bien que cualquiera de nosotros. Juegan sin miedo, sin nada que perder. Recuerdo cuando empezaba a jugar. Que si bien el único miedo que podía tener era sentirme intimidado por personas de casi dos metros. Pero de las manías anteriormente mencionadas hoy había ni rastro aun. Jugar por divertirme.
Como es habitual, pido disculpas si ofendo a alguien. Es solo una opinión la cual estoy dispuesto a discutir.
Un saludo señores.
Efectivamente, hacer las cosas por diversión es la mejor forma de disfrutarlas. Luego nos volvemos mayores, nos ponemos barreras, metas, limitaciones, miedos, responsabilidades, y lo que para nosotros era algo que nos gustaba puede llegar a convertirse en un suplicio en algunos casos :-S Seguro que esas personitas se lo estaban pasando en grande!
ResponderEliminarTodo por ganar y nada que perder...
ResponderEliminarUn saludo