Normalmente no hay mucho que contar y pasan semanas para escribir entradas. Pero ahora me falta tiempo y me sobran entradas para escribir. Así que creo que no será necesario hacer crónica de todos los partidos, solo de alguno que merezca la pena. Por ahora resumiré los dos partidos de la semana.
El sábado jugué en Mancha Real. Pocos partidos los jugué con tantas ganas. Ciertamente, llevaba una mala racha personal, ya lo sabéis algunos de los más allegados. Una semana en que mil pensamientos asaltaban mi cabeza, con mil dudas surgidas, que al fin y al cabo, a la única persona que habría que reprocharle algo seria yo. Pero esas dudas seguían y me encorajinaron lo suficiente para estar dos días cabreado con el mundo. En fin, después de amargar con mi existencia a la gente que me rodea jueves y viernes, llegó el sábado. Ese “Santo” rato de baloncesto, que sirvió para canalizar esa mala leche, en el que desfogué. Que me perdonen mis rivales, normalmente no juego tan “guarro” pero ese día salió solo. Hasta el punto de conseguir defenderme decentemente a un “dos metros” a base de empujones de mi metro setenta. Resumiendo, perdimos de bastante, pero la ilusión con la que se juega me recuerda a aquellos inicios con “Deportes Maldonado” y aunque se pierda existe la satisfacción de haber jugado.
Hoy día 24, por cierto 18 años de la muerte de mi gran ídolo Freddie Mercury. Tocaba jugar en el pabellón de la “Uja”, y esta vez se presentan nuestros adversarios. Aunque tocaba quedarme en el banquillo bastante más tiempo, merece la pena. Ya que no me cuesta nada reconocer que en mi equipo hay mucho nivel. Ellos hacen el trabajo suficientemente bien, para que yo entre a darles sus minutos de descanso e intentar esforzarme al máximo en ellos. Y cuando se presente la oportunidad quizás ser titular. El caso que el partido fue viento en popa desde los primeros a los últimos compases. Con un gran juego capitaneado por Rubén Galdón. Sabemos que el partido de hoy será de los más asequibles y que se irá complicando, pero la verdad es que tenemos grandes expectativas.
Temas baloncestísticos relativamente aparte, creo que el único momento en el que llego a ser completamente “feliz” en estos días es ese rato de baloncesto que me evade del mundo durante el tiempo suficiente para que se haga mas llevadero. Cuando la única preocupación consiste en meter una pelota en un aro.
Un saludo camaradas.
Juan Pedro Merino Rusillo
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