(Día 33)
Si, lo “ayudé” a saltar. Me acababa de complicar la vida. Si antes no se me podía acusar con razón de nada, ahora si. Ayer despues de aquello simplemente recogí mis cosas de mi mesa y entre el barullo escapé por la puerta. Me fui para casa. No se si alguien me habrá visto, pero si no ahora, en menos de un día verían las cámaras de seguridad. Y ahora si que existía esa flecha fosforita señalandome.
Llené el depósito de gasolina (joder a que precio está) y me fui para casa de un viejo amigo. No creo que valga la pena decir donde. Pero lo bueno de mis conocidos, es que saben que cuando no quiero que hagan preguntas no las hacen. Y si es así, no se enfadan si no se las contesto.
Me dediqué a ver la televisión toda la tarde. No mencionaron nada. Hoy en día los asesinatos están demasiado a la orden del día. Al gobierno no les interesa que se difundan. Ya que para lo único que valdría sería para dar ideas y que le ciudadania diera rienda suelta.
Despues de dormir. Esta mañana me dediqué a llamar a las personas que sé no me delatarían.
+ B? - Estás de mierda hasta el cuello + ¿Tanto? - ¿De verdad matastes al madero? + Fue un día malo - ¿Un día malo? estas como una puta cabra. ¿Y a G? ¿También te lo cargastes? Estaba con D, joder pero que matar a una persona no es comprar tabaco. + Creo que no - ¿Crees que no? Estoy hasta la polla de tanta mierda. Nunca dices nada y te crees que todo el mundo te va a guardar el aire siempre. Sabes que te lo guardo, pero no sigas jugando que un día vas a perder.
Colgó. Siendo sinceros sé que tiene toda la razón. Nunca contesto cuando la gente pregunta, ya que pienso que no les debe importar. Quien me conoce no se enfada, pero también tienen un límite.
Durante el resto del día no salí de casa salvo para dar un paseo a media tarde. No soporto pasar mucho tiempo sin que me dé la luz del sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario